3 de febrero de 2007

TODOS NOVELISTAS HISTÓRICOS

Luego de los talleres de pacotilla, subvencionados, amaestrados y otras ínfulas, viene el redescubierto negocio del ninguneo, el de todos somos iguales, y todo vale para todo. Descubren lo que los folletinistas del siglo XIX, y luego, usaban: el hacer la cosa colectiva, la escritura por todos. Aunque allá en el XIX y luego, un autor aparecía como el escritor de rompe y rasga, el autor. Valle-Inclán y Blasco Ibáñez estuvieron entre esa gloriosa mesnada de escritores colectivos. Pero aquello fue otra cosa. Esto es un gran hallazgo, una donosa forma de hacer de todos novelistas avezados, con lo que los editores se ahorrarán pagar derechos de autor, por un lado, y por otro tendrán seguros compradores de la edición en papel. Eso sí, con una edición lujosa, cara y para guardar en un cofre por parte de los autores colectivos. Con lo que matan dos pájaros de un tiro. Es lo que llaman modernidad y pogreso (sic) del negociado libresco y asimilado. Ya puestos que hagan poesía, teatro escrito, opinión, refranes, cuentos, cuentas, cartas familiares, biografías, memorias, ensayos, mítines, artículos, folletos diversos... Que está todo por hacer en ese campo. Dilúyase la individualidad, que la libertad es un mito.

Pero, amigos, la creación es individual o no es nada, es puro humo sin cohesión ni estilo. Eso sí, todo muy, muy colectivo..

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.