24 de febrero de 2007

POETA EN LLERENA, 3


Jesús González Enterado
(1955/1987)
Nacido sobre 1955 en Llerena (Badajoz). Pasó años emigrado en Alemania, después de publicar, en ciclostil, algunos poemarios, en tiradas muy pequeñas (15 ó 20 ejemplares). Emigró, o se exilió, a Munich por lo harto que estaba de aguantar una ciudad levítica tan asfixiante y fachosa como la Llerena de los años 60 y 70, pese a su sufridora y mucha buena gente, que era mayoría; pero las circunstancias mandaban.
Jesús escribió poesía de contenido absolutamente revolucionario, exigente con la solidaridad social y con la libertad y bondad de los hombres, no por los modos y modas del momento. Debe ser por ello que hoy está totalmente olvidado. En factura perfecta, con una densidad léxica apabullante y un buen manejo de la materia creativa, esto es, de la lengua, perfecto y en todos sus registros. Lector fervoroso del Manifiesto, de Anselme Bellegarrigue, Jesús leía incansable desde los clásicos más ocultados a los manifiestos más desconocidos y censurados. Se dice que el traslado de su ya enorme biblioteca a Alemania tuvo problemas políticos, por parte de las trabas y zancadillas jurídicas que tuvo que sufrir de la intolerante, ignara y cretina policía políticosocial del régimen del Caudillo de España.
Fue Jesús ese tipo levantisco y seco, delgaducho, rebelde y contestatario, que se cría por estas tierras, o sea, de características absolutamente marcadas en ese sentido, que, a poco que se tenga perspicacia sicológica, se verá que estaba motivado por el clima opresor de toda libertad que en estas solariegas sociedades se despacha, una especie de sarpullido adolescente que se eterniza a lo largo de la vida contra este patriarcado social del sur. No sin razones, tanto del patriarcado como de la rebeldía. Cada uno es hijo de su época y de su pueblo, de una forma u otra.
Hemos dicho que era lector del Manifiesto de Anselme Bellegarrigue, primer manifiesto del anarquismo: una condena inexorable y definitiva del poder y de la política, desde la libertad y para la libertad. O sea, un individualismo que privilegia la afirmación personal, una apropiación de sí mismo, una protesta contra todas las supremacías, un acto de toma de posesión de uno mismo. Se trata del rechazo de la alienación política y económica, del rechazo del principio de abnegación y sacrificio, sobre el cual se funda la alienación (el no ser uno mismo) del sistema social imperante, reivindica la ética del placer como verdadero destino del hombre. Gozar es la palabra que resume todo el planteamiento de Bellegarrigue, y Jesús encontró en su Manifiesto no sólo la confirmación y guía, sino el consuelo de no sentirse sólo en sus anhelos.
Durante una serie de veranos, ya en los inicios de la llamada transición española, Jesús volvió a Llerena, a su antigua casa en la calle Ancha. Solía pasar como dos meses al año acá. Allí acudía un grupo de levantiscos de la localidad que no tenía empachos en hacer vida en la casa de Jesús. Flaco, con bigote negro grande y atusado, con su impertérrita chaqueta de pana negra, ojeroso y tranquilo, risueño, de voz profunda, recuerdo a Jesús.
Hablemos de su obra: Mostrencos guarros y otros animales de bellota fue su segundo poemario, del que hizo veinte copias en ciclostil en un colegio religioso. Duro, áspero y sorprendente, no carece de calidad clásica en la línea de poemarios medievales, muy cargados de sátira política y social, como son el Mingo Revulgo, El Provincial, o simplemente el Cancionero de Obras de Burlas Provocantes a Risa, una auténtica obra genial que todavía permanece desconocida por el gran público. Ya en ese poemario (Mostrencos, guarros y otros animales de bellota) expone su visión social, que dividía en guarros, no en su significado peyorativo. Para Jesús un guarro gordo podía ser una persona poderosa; pero también madura, que lo sabe todo, respetable. Dependía del contexto en que aparecía la expresión. Guarros chicos era la referente para definir a los inconscientes jovenzuelos. Guarro, encorsetado, jabalí, guarro tragón, guarro sucio, etc., son expresiones que aparecen en los 100 poemas de ese duro libro. Por sus raíces campesinas y de pueblo, en este título de Jesús aparece todo el arca de Noé de la flora y fauna extremeña: La alondra y la bellota, El jilguero y la coscoja, La encina ante el abismo, Carrasco en rama, son títulos de composiciones que indican eso. Es muy sorprendente que a su temprana edad (14 años) alguien pudiera escribir así, casi de una tacada. Algunos han querido ver la mano de una persona mayor detrás. Se habló de don Ponciano. Nada más absurdo.
Le siguieron La petanca, una serie de elegías muy logradas y de una profunda hondura existencial. Luego vinieron La hoz del martillo, poesía política y social de corte burlesco, en la que no queda títere con cabeza. Es estremecedor el poema elegíaco dedicado al Campesino, contra la tiranía de la burocracia soviética y contra le capitalismo de Estado en se convirtió el mal llamado comunismo ruso bajo Estalin. En ese poema aparecen convocados, todos los terrores, todos los mártires de la auténtica libertad personal, irredenta por todas las tiranías inimaginables (incluida la del Mercado actual). En el año 1973 escribe un panfleto titulado Contra serviles, que corrió de mano en mano, al ser repartido en un acto cultural celebrado en el patio del ayuntamiento de Llerena, donde diversos cantautores, de cierta fama regional, actuaron, y donde algún poeta levantisco de la región leyó poemas malos. El acto fue presentado por nuestro colaborador Sixto Livario, en su época moza. Supuso el primer acto de la transición en Llerena, antes de la muerte de Franco. El escrito de Jesús se desarrolla con un impecable estilo en su lógica interna y en sus palabras, e impecable en sus azotes, ese panfleto toma visos de visión profética, poética y tiene perfiles estéticos deslumbrantes por su profundidad. No en vano lo escribe quien ya era un buen y avezado poeta. Por esa época fue cuando marchó a Alemania. Desde allá nos envió a los amigos los siguientes títulos: Antorcha a la puerta, Teluria, Torre erigida, Sonetos sobran, Romances de los Molinos, Ambigua ambición, Palabras lábiles, Contra el tema, Ana y ancha, y el largo poema festivo y carnavalesco titulado Piara de gorrinos en celo, más conocido por Piara, que constituye una orgía perpetua de las palabras y las ideas, de una hilaridad y carcajada difícilmente contenibles, incluso por aquellos contra los que se dirige. Ya quisieran los letristas de Carnaval tener ese modelo a la vista para aprender la sátira y la burla verbal, que también se aprenden.
De esa larga lista de poemarios intensos destacan Ambigua ambición, prologado por Dámaso Alonso, en una breve, pero clara nota. Es un canto a la libertad y sus problemas en el interior y en el exterior de esto que llamamos hombre. Muy fuerte es su atención gongorina o su vinculación al lenguaje de las Soledades. Teluria es una reflexión sobre la tierra y la piedra como soportes de la vida en poemas certeros, secos, precisos. Las 41 composiciones de Sonetos sobran son muestra de la maestría clásica de Jesús en ese metro y medida. Lo que sí es sorpresa es la temática y el uso de la lengua en ese cascarón cerrado, huevo, y hueco que constituye todo soneto. Finalmente destacamos Ana y ancha, con cuyo juego amoroso no quedamos. Siempre es la misma aunque se lea al revés: la identidad e identificación del amor con nombre de mujer, tal vez la ancha libertad que se sueña.
Destacar que Jesús González dejó, al morir, una interesante biblioteca, una hemeroteca no menos valiosa y muchas obras inacabadas, entre las que abundan poemarios, cuentos, relatos, novelas, ensayos y muchos cuadernos de notas diversas y un intenso, cotidiano e interesante diario. Falleció en 1987, en el aeropuerto de Munich, cuando se disponía a tomar un avión con destino a España. Padecía una grave enfermedad desde dos años antes. También nos dejó muchas y largas cartas escritas a los amigos, que no tienen menos interés que sus obras poéticas.
Reproducimos una elegía de La petanca y un poema de Ambigua ambición, señeros. Y una caricatura de un artista local, que le hizo a Jesús, con más o menos fortuna.


ELEGÍA SIETE

Doler no duelen los golpes dados
bajo la mesa,
bajo la cama,
bajo,
los golpes bajos,
bajos de alma,
bajos de calma.

Voy roto por las esquinas, roto,
de hierro de mi ser,
me duele todo cuerpo redondo.

Tú, perdida senda,
perdida piedra de los caminos,
perdida, para siempre ida.

Lloro la redondez del dolor lloro
como una ternera mujo duelo y llanto,
como un cerdo gordo lloro gordo,
y no me corro,
no me corro,
no corro.
Corro.
(De La petanca, 1974)

NADA LIBRE

Mueres tú como muere la piedra:
nunca.
Duro como roca berroqueña feneces
contra ella: esa que nombraste,
esa que dijiste al socaire
del temor, el ruido, la guerra
Esa que llamaste, en el tríptico, libre,
-tras una y grande-.
La oscura ambición se derramó
por sus suelos y estancias.
La casa quedó encadenada,
tú mueres como un cerdo gordo
en el tiempo de las matanzas,
en ese noviembre sombrío y seco
de la tierra.

La antigua ambición se levanta,
la ambigua ansia.
22 de noviembre 1975 (De Ambigua ambición, 1975)
Por Jesús González Enterado


1 comentario:

  1. Hola Agustín. Soy un seguidor de tu obra y paisano tuyo. A pesar de que no voy a desvelarte mi identidad en este servicio público, nos conocemos por haber compartido algunas largas e interesantes charlas nocturnas. Te escribo esta breve nota para felicitarte por tus blogs, me parecen muy interesantes, y para invitarte a conocer mi rincón de la web ubicado en la dirección http://antrophistoria.blogspot.com/ . Es un blog joven todavía, lo comencé el 22 de febrero de 2007, pero ya va adquiriendo cierta forma. Me congratularía mucho tu visita. Un saludo.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.