18 de diciembre de 2006





sé que voy a morir y me acojono

que es el miedo enemigo de la vida
porque sé que me muero en esa herida
de temor y de muerte con encono


porque la brutal lucha contra el crono

me derrota antes ya de la partida
yo me parto tan vencido en estampida
que me hurdo la fuga en abandono


que sé de toda muerte lo castizo
sé lo conservador y lo ordinario

sé lo vulgar lo cutre lo cenizo


sé lo rufián y grave y lo palmario
lo triste de su túnel pasadizo
su nada y su vacío legendario


Hace unos días, el nueve, mencioné la elaboración de un soneto. En esa duda lo terminé el once, o di por terminada una versión, que aquí muestro en su pulida y última forma. Dije que en los dos primeros endecasílabos estaba todo. Pero la poesía es repetición, vuelta, regodeo, trabarse con las palabras que dicen lo mismo una y otra vez, en el ansia, la duda, lo mortal, la vida, el gozo, el dolor, el movimiento perpetuo, la quietud... He ahí como ha quedado el soneto completo.



2 comentarios:

  1. Anónimo10:48 p. m.

    Hermoso y terrible si lo dices con sinceridad.

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  2. La sinceridad no es virtud literaria, ni poética ni artística. Es como si dices que es bondadoso, o marcial, o noble...
    No son valores literarios, salvo que fueren metáforas.

    De todas maneras gracias.

    Agustín Romero Barroso

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.