29 de diciembre de 2006

QUADERNO DE DEXADOS - veinte años

Se han cumplido veinte (20) años de la primera edición de mi poemario Quaderno de dexados. Fue en diciembre de 1986, aunque fue escrito entre 1975-82. Aquella edición, que se regalaba con el Periódico Extremadura, que fue el inicio de la truncada forma como Pepe Higuero pretendía editar y regalar, con el diario, obras de autores apartados de los usos y editoriales institucionales y politizadas, por ende. La enorme tirada de aquella edición, que fue sobre 20.000 ejemplares, lo que en poesía no deja de ser inmenso, se repartió por el universo mundo. Llegaron ejemplares a los rincones más alejados. Me recuerdo dedicando, empaquetando y enviando por Correos los libros. Entonces era muy barato hacerlo. De entre las personas a las que envié ejemplar está León Cubero, paisano, amigo y hombre de bien, culto, lector y atento.
Quaderno de dexados fue finalista de los premios de la prensa, en una época en la que me presentaba a premios como modus vivendi, para vivir, sin más pretensiones, pues no las tienen. Como la edición cogió desprevenidos a los mandarines del cotarro cultural y poético, que siempre en Extremadura han actuado desde las instituciones, diciendo quien vale y quien no, pues por aquí pasó desapercibido, pues lo acompañaba la polémica de aquellos premios de la prensa, que a partir de entonces no se convocaron más y desaparecieron. Sé que algún poetastro que en el jurado estaba se escandalizó por algún poema del libro. Y el amigo Pepe Higuero, que asistió al fallo en el Hotel Zurbarán, de Badajoz, y con el que compartí mesa y mantel durante la velada de entrega del premio, me prometió editarlo, como hizo. Luego ha habido otra edición de la revista Cristal, de Tarazona (Zaragoza), y otra que iba a hacer Ediciones Libertarias, a instancias de Juan Goytisolo, que se lo recomendó al editor, pues creía que tal libro merecería una edición más lujosa que la que se le hizo en papel prensa. Pero eso fue por 1989 y en Ediciones Libertarias riñeron los socios. Recuerdo una estancia en Madrid por aquella época, y acercarme a la sede de la editorial y ver como no se lo habían tomado muy en serio, a no ser por las cartas que me enviaron, o a mí me dio esa impresión. O tal vez la riña de los socios era más importante. En fin, conmigo nadie se ha puesto todavía en contacto para hacerme saber de mis copias enviadas. Lo mismo hasta hay esa edición por ahí y yo sin saberlo. Y seguro que agotada, con reediciones diversas, pues los editores de Libertarias eran un poco piratas.Aunque recibí innumerables cartas de críticas, felicitaciones, que siempre agradecí en mi soledad creadora, que van desde Buero Vallejo, Antonio Gala, Goytisolo, Senabre, Delgado Valhondo, Félix Grande... Es esta, del amigo y paisano, la que más agradecí con el tiempo. No me resisto a publicarla en este lugar con motivo de la onomástica de la edición primera de Quaderno de dexados.Tengo que añadir que se me han saltado las lágrimas al volver a leer esta carta de León. ¡Cuánta verdad compartida encierra! Y hoy, como ayer, Llerena sigue siendo una ciudad levítica, porque todos siguen el sacerdocio impuesto ahora por la política correctísima, donde los clanes usan los nuevos-viejos valores para su beneficio, sean el partido, las instituciones o lo que sea. Por ejemplo a unos les ocurre hacer un museo, como si ello fuera lo más necesario para los ciudadanos de Llerena, máxime un museo cuando no hay nada museable, nada con criterios modernos y actuales. Pero eso del museo es muy importante para los de siempre. Así que, amigo León, esa historia sigue tan pillada, tan mangoneada y estropiciada como siempre. Es la bendita tradición.

CARTA A AGUSTÍN ROMERO, POETA

Querido Agustín: No importa la aparente distancia que en el tiempo nos separa de estos paisanos heterodoxos disidentes, perseguidos por la ortodoxia coactivamente impuesta -todavía marginados por la falta de amor e incompresión que hoy como ayer se mantienes incólumes- para sentirse identificados con ellos, siempre que las actitudes prejuiciosas y dogmáticas no hayan viciado nuestras posiciones libres y críticas con la opresión y la coerción que son constantes de la historia, en cada momento con mi ropaje ideológico muy semejante. Es tu Quaderno de Dexados un ejercicio catártico, no asumible por los sacristanes de hoy y de siempre, los obispos pirómanos, los nobles e hijosdalgos emparentados con el Santo Oficio: el sentir la culpa retroactiva por lo que sucedió en Llerena durante cuatrocientos años. Esta catarsis sólo está al alcance de quien, a buen seguro, poco o nada hicieron contra tan desventurados hermanos, por ilógico que ello pueda parecer. Quizá esto que acabo de expresar coincida con lo que escribió Umbral en El País del 10 de Julio de 1979, en su sección Spleen de Madrid titulado LLERENA: Llerena está hoy aquí. Llerena somos todos. Llerena de empalados y desenterrados, leva de muertos, remolino ascendente, espiral de esqueletos hacia el campanario, visión de un Greco que ha visto a Valdés Leal.

Quizá sea una abstracción o un sentimentalismo sentir una emoción y una indignación por los asesinados de hace cuatro o cinco siglos. Me dejo caer en esa tentación, en ese abstractismo, en ese sentimentalismo. El sentimentalismo tiene mala prensa, mala filosofía desde hace muchos años
.
Esto escribió, también en Julio del 79, Pozuelo, en Triunfo.

El tratamiento poético que das al fenómeno histórico de nuestros dexados paisanos, no sólo resulta tan válido como cualquier otro enfoque, sea histórico, filosófico o literario, sino que lo hace más asequible por su sentimentalidad. Plenamente has conseguido tu propósito reivindicativo y solidario. Tu posición de compromiso resulta tanto más digna de alabanza por la valentía que supone el enfrentamiento dialéctico a un contexto hostil, proclive, por influencias seculares y subconscientes habitualmente cultivadas por quienes se benefician de ello, a estos dexados, que con un lenguaje actual podrían ser mitad pasotas, mitad críticos del sistema, en un análisis simplista y aproximativo; pero en el fondo bastante más complicados. Para entenderlos habría que conocer los escritos de Luis Vives, Juan Valdés, Erasmo u otros eximios iluministas, como tú los conoces.
Cuánto espanto y cuánta piedad encierran los versos de tu poema Alarido luminoso, que dedicas a Wilhelm Reich. ¿No son acaso la psiquiatría y la política unidas en nefasto maridaje, la versión moderna de la Inquisición? La nueva encarnación de la teocracia (el partido-religión-dogma) amalgamada con el poder-represión otra vez.
Por un imperativo de sincera modestia, dejo para los literatos e intelectuales que con tanta justicia te han felicitado, Francisco Umbral, Antonio Gala, Juan Luis Cebrián y tantos más que ahora no recuerdo, el análisis de tu lenguaje poético. Ello no me impide, sin embargo, manifestarte que si he leído cinco o seis veces desde el prólogo hasta el sumario tu Quaderno de dexados se debe, ni más ni menos, a que queda establecida, gracias al poder y a la magia de tu verbo, una corriente de empatía entre el autor y su temática con el lector, cosa muchas veces no fácil de conseguir, al margen de las calidades de la poesía actual que no llegan a hacernos vibrar.
En algunos de mis viajes a Llerena te comenté los artículos que escribí con motivo del último descubrimiento del gigantesco osario aparecido en la torre de la iglesia parroquial, en El Adelanto de Salamanca, y la polémica que a propósito surgió con la contestación que recibí por parte de un erudito insensible y consecuentemente proclive a la benéfica y redentora obra del Tribunal del Santo Oficio. Este confesor de beatas, motu propio o acaso impelido por algún reaccionario llerenense, afincado en Salamanca, se apresuró a hacer una apología del Santo Oficio por la benignidad de sus castigos -lo que es totalmente mendaz e inexacto y para ello me remito a los recientes estudios de Henry Kamen y Bartolomé Benassar.
Fue curioso que aquel mismo verano de 1979 un apopléjico canónigo pacense diese durante los días de las fiestas patronales -cuando los exiliados, que pueden o quieren, vuelven a reencontrarse con su ciudad- una conferencia sobre la Inquisición en Llerena. Curioso también el título de ésta: Llerena, Inquisición y alumbrados, coincidente con el de mi artículo periodístico mencionado. No hay que ser un lince para presumir sin posibilidad de errar que fue cierto clan o familia la que promocionó este lamentable acto apologético y acrítico. Uno de los momentos estelares del discurso del clérigo fue cuando con encendido verbo describió el glorioso júbilo con que Llerena celebró su elección como sede del Tribunal del Santo Oficio, derecho que le discutió otra levítica y episcopal ciudad extremeña.
Querido Agustín, ya va siendo hora, de que la verdadera historia de Llerena la empecéis a escribir los jóvenes universitarios con unos criterios totalmente diferentes a los que hasta ahora se han ido aplicando por ratones de biblioteca y depredadores de archivos, que han usado en su propio beneficio, expurgando cuanto no era acorde con su ideología.
No creo que me queden muchos años de vida, pero sí acaso los suficientes para que a mis manos llegue, -y a la de tantos llerenenses de la diáspora- ese libro que por razones obvias todavía no ha podido escribirse.
La Inquisición, al menos en su espíritu, o en otras formas más sibilinas, pervive todavía en algunas ciudades con singular pujanza. Benditas sean las luces de tus papeles poéticos que alumbrarán a tantos que hasta hoy no sufrieron o no quisieron ver.
Un abrazo muy fuerte y el reconocimiento por tu cariñosa dedicatoria.
Tu paisano e incondicional amigo:
León Cubero Vázquez
En Ciudad Rodrigo, para Llerena, a 4 de Febrero de 1987




28 de diciembre de 2006

¿PENDINGUE MIGRATORIO?


Sería triste, tremendo y preocupante que desapareciera este lince, con sus botas puestas. Eso sí.
Parecía demasiado hermoso.

Todo mi apoyo para que viva y viva

¿O se ha de perder todo lo bello y bueno en Extremadura y tomar el pendingue emigratorio?
Los caciques no merecen perdón, sobre todo estos caciques democráticos que tenemos, hirsutos, soberbios y torpes. Quien siembra vientos recoge tempestades. Tiempo al tiempo. Paciencia, que a la puta y al torero a la vejez los espero, y todo lo que trae al caso el refranero popular.

LA POETAMBRE




Sólo leer estos titulares, del balance del negociado, da grima. Que si lo mejor del año, lo peor, que si lo regular. Aplican al arte, y a la poesía, criterios comerciales propios de las lechugas, los rábanos, la gasolina, los comercios y las putas. Lo peor es que piensan que todos somos de su condición. Y lo perverso es que la linda progresía se lo cree, sobre todo la poetambre en Extremadura, que es legión. Aparte de los incautos que compran a sus editoriales. Y es que el hambre, ya se sabe, es mu mala. Esa jambruna por encontrar algo hermoso, grande, digno de leer entre los actuales.




BOLAÑO OTRA VEZ

Vuelvo sobre Bolaño. Soy suscriptor desde siempre de Quimera, revista de literatura, porque huye de lo pachanguero y perverso del mercado, e intenta publicar sobre literatura, como arte y no como negocio, y no aborda el motivo con ese lenguaje barriobajero de la moda, las ventas, la fama y lo demás. Y fue en ella donde leí sobre Bolaño, hace como cinco años. Hay que ser muy prevenido con esto de las famas mediáticas, pues el marketing, y las ganas de dinero de los que manejan el cotarro, hace maravillas y milagros. E intentan vender morralla como exquisitez, escritorzuelos muy malos como maestros. Lo hacen las grandes editoriales, desde luego. Pero lo intenta todo negocio literario. Algunos lo justifican diciendo que hay que ser comercial, para sacar pelas y poder publicar luego lo bueno, que suele ser de minorías. Pero eso de lo bueno nunca acontece. Y las minorías cada vez son más de puro ayunas. Vengo a decir que, en principio, la obra de Bolaño me parece de interés por sí misma, independiente de los editores, palmeros y demás comercio. Tengo que leerla completa. Porque estoy en los inicios. Ya he leído algo. Pero tanta unanimidad me pone mosca. Sobre todo de gente mosqueante. No quisiera perder el tiempo con un producto editorial de consumo que se vende como literatura por motivos de hacer negocio, crear aherrojamientos y limitaciones u otra cosilla muy alejada de una buena obra, bien escrita. Por ello ando con cautela sobre Bolaño. Ya que me parece difícilmente digerible, lo que he leído de él, por esa gente que lo alaba. Y es que me he bajado de Internet casi todo lo que hubiere sobre Bolaño, y tengo que decirles que las opiniones de los opinantes me parecen muy pobres, ralas, llenas de lugares comunes, tópicas, por lo general, y miméticas las de los unos a los otros. Se limitan a hablar de la persona Bolaño, confundiéndola con la obra Bolaño. Y esa ya es degeneración y falta más que de gusto, de paladar lector de altura, y de que son críticos acientíficos y aliterarios, sin es que son críticos con criterios, claro es. Puede ser por dos razones. O Bolaño es de su ralea o intentan ahormar a sus raleas a Bolaño. Y por lo poco que leí de Bolaño parece que será esto último. Tiempo al tiempo, como dice mi madre. Paciencia, leer e hilar fino.

27 de diciembre de 2006

SIEMBRA

He sembrado catorce bellotas de encina, de taramas y algunas castañas.
Serán árboles un día.

CUCHIPANDAS


Nada peor que los poetas ruina, dependientes apesebrados, con punta de políticos, ganapanes, de premios, fama, abolengo, triunfo, ligas, mandamases, votados, chupatintas y tintes burocráticos e históricos, correctos políticamente y con todas las correcciones, corporativos, gente de orden y ordenada, los más leídos, los más vendidos, los que piensan en el negocio cuando escriben, y en el capital y el mercado, o en el premio del señorito, del poderoso, del jefe, del líder, del carismático político, de las masas, o sus lectores, los que salen en el telediario y la propaganda oficial.
Eso no son poetas. Son cuchipandas. Engranajes de un sistema, borlitas de adorno, alfombras para pisar a los de abajo y engañarlos, caraduras útiles del Capital y los capitostes, del Mercado y del Estado que los mantiene en sus treces y aun catorces.

DE RE PUBLICA

La vuelta del malón del maestro, Francisco Revelli
1 Si la política es la guerra por otros medios, es forzoso reconocer, y vergonzoso, que la mentira y la barbarie son la quintaesencia de la política, son la propia política. Por ende el ser de los políticos y dependientes conocidos de toda ella.

2 La avilantez de los políticos, llevados de sus ignorancias, miedos y odios, sobre todo mitrados y elegidos por los sumisos y esclavos en lo que llaman democracia o dictaduras, causa más sufrimiento que las desgracias y catástrofes naturales. Al año.

3 La dictadura es la democracia por otros medios. Esto es, la política, que es la guerra por esos mismos medios.

26 de diciembre de 2006

JESÚS ALVIZ

Siempre, en estos días, y hace años, recuerdo a Jesús Alviz, al que conocí en el Cáceres de 1979, y precisamente en la calle que vivía, la calle Margallo, en una casa de diseño futurista que era como una pedrada a la empingorotada urdimbre de granito amarronado y beige de Cáceres.
Resulta que unos días antes alguien me dio como unos veinte ejemplares de una novelita llamada He amado a Wagner (memoria biliosa), que fue lo primero que leí de Jesús. Y era para que las vendiera por Llerena o donde me pareciera. No recuerdo quien fue. Allí venía una foto en la contraportada. Y en aquel 1979 paseando por aquella calle Margallo me encontré con un tipo, al que reconocí por la foto y era el mismo Alviz, al que abordé y le pregunté por su nombre. Me atendió amable, como siempre lo fue conmigo desde aquel momento, y me invitó a subir a su apartamento, que me fascinó por lo luminoso, las estanterías repletas de libros, plantas... Luego supe que vivía en Madrid, en donde trabajaba como profe de lengua y literatura.
Lo recuerdo por estas fechas, digo, pero también por setiembre, que fue cuando me lo encontré en Margallo. Era un tipo y una cara dificiles de olvidar. Así como todo lo que publicó y que leí y guardo en un lugar especial en mi biblioteca. Era un escritor extremeño muy otro, muy distinto y distante de la medianía del mandarín al uso, y de los aspirantes a poltrona política y zascandileo cultural, de los engreídos escribidores del terruño.
De él aprendí eso, la entrega y la independencia, como de otros muchos. Jesús, no te olvido, ni lo olvido, si me escuchas doquiera estés.
Incluso me han pasado cosas curiosas alrededor de este hombre. Cuando era joven hice mucho autostop por la península y parte del extranjero. En uno de aquellos viajes me cogió un primo de Jesús Alviz, a lo que me dijo, que me dio una visión más certera del escritor, de la persona y de cómo lo veía su familia. Desde luego como un ser excepcional, entregado a la escritura y la lectura, y que había escrito mucho y que lo mejor no estaba publicado. Que a juicio de este primo Jesús guardaba obras maravillosas sin publicar. Todo un mito familiar. Y eso fue por 1984 en un viaje de Cáceres a Mérida...

VÍNCULO



ese mucamo amante del servicio
a poco movimiento tan sujeto
el siervo en su perjuicio y sacrificio
arrastra humanidad como decreto
sujetando a su ser sólo propicio
propia esclavitud su parapeto
vejado encadenado dominado
obediente y sumiso encabronado


De Vínculo del miedo

ARCHIVOS REPUBLICANOS

Abajo reproduzco una carta al director, de las muchas que he publicado en diversos medios, eligiendo esa sección como la más adecuada para que se lea por mucha gente lo que quería decir. Que como cualquiera sabe es lo que más se lee en casi todos los diarios. Viene muy al pelo de la modernidad de los memorialistas históricos y de la gresca sobre los archivos de la Segunda República hace escasamente un año. Por cierto el CIERE nos ha felicitado las Pascuas con un edición conmemorativa de la constitución republicana. Un detalle para mi archivo republicano.

6/ Jueves 30 de Marzo de 1995 OPINIÓN
El Periódico EXTREMADURA
• LECTORES
Archivos de la República
Le ruego publique la si­guiente carta que ayudará, creo, en la polémica sobre los archivos de la República en Salamanca:
En primer lugar, habría que preguntarse si la Generalitat actual es la heredera de la Generalitat republicana. Evi­dentemente no, ya que su es­tatuto no recoge lo más impor­tante: su ser republicano intrínseco. Por lo tanto, no es heredera de los documentos depositados en Salamanca. Y si se cree heredera de esos documentos tendríamos que concluir que el régimen ac­tual, el Estado actual, en el que está encuadrada la Gene­ralitat de Cataluña, es el res­ponsable de otros expolios que tiene que restituir. Si con­cluimos esto sería innumera­ble el cúmulo de cosas, perso­nas, daños personales y un etcétera largo de reivindica­ciones: por ejemplo, restituir o indemnizar por la matanza y asesinato de un hombre bue­no y libre, inocente, como fue mi abuelo, que ni siquiera el régimen franquista, ni el ac­tual, del que forma parte la Generalitat, han concedido el simple derecho de inscribirlo en sus registros civiles como fallecido, supongo que por no poner la forma y causas de su asesinato.
Y hablando de expolios, cuando la desamortización, la abolición de la Inquisición y etcétera, en Llerena (Badajoz) donde existía un lamentable tribunal de ese Santo Oficio, también fueron expoliados sus documentos, que no sólo eran del Tribunal, sino que también eran del pueblo de Llerena y de su extensa juris­dicción. Bien, pues la mayoría se perdieron en el traslado, casi todos. Cosa que puede ocurrir ahora. Así que hasta que no se demuestre que la Generalitat es la heredera di­recta de la Generalitat republi­cana, los documentos en Sa­lamanca son de los que los rapiñaron, y no pueden ser ra­piñados de nuevo por don Jor­di Pujol, ni ningún heredero del Estado franquista tras el hábil truco de la transición, co­mo llamaron en su día a la transformación del régimen cuartelario del Generalísimo en esto tan corrupto que tene­mos hoy.
Los herederos de ese archi­vo de documentos de institu­ciones republicanas somos exclusivamente los militantes republicanos, los que hemos reivindicado desde siempre la instauración de la República como única legalidad, en rup­tura total con el régimen fran­quista y su hijo bastardo ac­tual. Esa y no otra martingala electoralista y provinciana es desde donde se ve mejor el famoso caso del Archivo de Salamanca. Porque si «la dic­tadura impuso el silencio, esta democracia ha impuesto el ol­vido», parafraseando a Agus­tín Gómez Arcos, escritor re­publicano que reside en Fran­cia.
Agustín Romero Barro­so. Llerena (Badajoz).



23 de diciembre de 2006

PAZ PARA TODOS, PAZ




en mi nombre y en el de los otros paz para todos
todo lo demás viene luego

la palabra el pan y el vino
el mundo está ahí
siempre como una losa
o como un colmado gozo etéreo
pero en paz por la paz con la paz
todo lo demás se añade luego
viene después
acontece
primero paz

ENSIMISMADO


Charlando con gente sencilla, sin pretensiones ni cascos hueros, uno llega a conclusiones sensatas, agradables y ciertas, para vivir levemente y tranquilamente sobre esta tierra.
Hace unas dos horas estaba con alguien a quien le comentaba mis andanzas de pequeños disfrutando del espectáculo de las nubes. Lo que le pareció excepcional.
Gratis total y apasionante, a poco que uno se ensimismara en el mismo. Que en las nubes estaba todo. Todo aparecía, todo parecía, todo acontecía. Y desde mis visiones y vigilancia de nubes en la plazuela de santa Ana, tumbado en el suelo de tierra, ya que entonces el agobio del automóvil no existía, hasta mis otros disfrutes mayores en las Piedras Baratas, al ir creciendo. Mi relación con las nubes era un ensimismamiento. No era tanto que me encantase mirar las nubes, sino que las nubes eran el espejo en el que me miraba a mí mismo y al mundo, pues el mundo no deja nunca de ser nuestro mundo interno.
Hoy a pocos niños se les ocurre eso. No se ensimisman, sino que se alienan en el espejo de las teles, los ordenadores, los juegos mediáticos que no conozco bien... Lo suyo no es un ensimismamiento es una desaparición, una eliminación del yo para engordar el ego consumista, que no son lo mismo, una enajenación, que en manera alguna lleva a conocerse y menos a conocer el mundo.
Pero alia iacta est, la suerte está echada.
Y hoy miro el cielo lleno de una enorme nube grisácea, de ese color panzaburra que dicen los castizos.
Mañana Nochebuena, que deseo venturosa si te llegas por este blog, sino también para todo ser vivo, aunque ni se conozca, se ensimisme o lo que fuera.
Precisamente ahora comienza a llover sobre Llerena y sobre la claraboya desde la que veo el cielo gris plomizo.

BELLA



BELLA

Con su cuello de garza bella veo,
la bella oigo y la bella huelo sólo.
Con sus manos de nácar, protocolo,
la ninfa me columbro en apogeo.

Y de perlas los dientes escarceo,
de labios de coral en perindolo.
De uno al otro lado soy su polo
de cuello, manos, labios corifeo.

Tan sólo en mi mirar, que la contiene,
tengo el fruto total de dama bella,
el vuelo de su mano en abolengo.

Y poco más poseo si retengo
esa boca coral, fe de mi estrella
y el aire tan apuesto que deviene.

21 de diciembre de 2006

A UN CONSERJERO DE CURTURA



ÁTOMO CULTURAL

Un enano rufián ya tan castizo
del pendón a quien sirve tan lucrado,
rindiendo, años ha, tan vil recado
de cultura falaz tan de chorizo.


Porque vuela lo culto asustadizo,
del consejo pequeño trastornado,
de consejero chico agorgojado,
raquítico barbián tan de postizo.


Empobrece a mitad de su medida,
pues todo lo mengua mínimo alfeñique.
Su fiero raquitismo es homicida.


Su política sed da el espolique,
de la creación feraz es parricida.
Ínfimo, microscópico cacique.



En la larga tradición de la poesía satírica traigo a la memoria el soneto a un hombre pequeño, de Catalina Clara Ramírez de Guzmán, al poner este mio aquí. Por cierto que es tradición trunca, pues los poetas de fama y rompe y rasga no la practican, por miedo, timoratismo o servilismo político y social, vulgo pesebre. La poetisa llerenense fue maestra en poemas de corte satírico y burlesco. Especialmente la tomó con los hombres chicos, enanos en todo sentido, asunto de su soneto y del mío. Será porque los alfeñiques son asaz ignorantes, miedosos y odian, lo que los conforma como seres humanos mu malos. Pero más que a lo pequeño de cuerpo se refería a la mezquindad de la persona, tal como lo hago aquí en mi soneto, o intento. Ha sido tema muy trillado este de la mezquindad. Desde luego no por los poetas ruinas y de premios, los de partido, subvencionados, pagados por los caciques para inquirir quien es y quien no, etc., y todo eso que sabemos del triunfo comercial del Capital y del Estado instrumentalizado a servicio de pocos y perversos poetas y demás laya de apoyatura, entre la que está ese mayoritario público basura.

18 de diciembre de 2006





sé que voy a morir y me acojono

que es el miedo enemigo de la vida
porque sé que me muero en esa herida
de temor y de muerte con encono


porque la brutal lucha contra el crono

me derrota antes ya de la partida
yo me parto tan vencido en estampida
que me hurdo la fuga en abandono


que sé de toda muerte lo castizo
sé lo conservador y lo ordinario

sé lo vulgar lo cutre lo cenizo


sé lo rufián y grave y lo palmario
lo triste de su túnel pasadizo
su nada y su vacío legendario


Hace unos días, el nueve, mencioné la elaboración de un soneto. En esa duda lo terminé el once, o di por terminada una versión, que aquí muestro en su pulida y última forma. Dije que en los dos primeros endecasílabos estaba todo. Pero la poesía es repetición, vuelta, regodeo, trabarse con las palabras que dicen lo mismo una y otra vez, en el ansia, la duda, lo mortal, la vida, el gozo, el dolor, el movimiento perpetuo, la quietud... He ahí como ha quedado el soneto completo.



13 de diciembre de 2006

VERGONZOSA VIGILANCIA

Hace tiempo que veo los panópticos situados sobre nuestras cabezas. Cámaras de vigilancia que nos vigilan en las calles de Llerena. Hoy me entero que no funcionan, o que no han debido funcionar ya que “limitan un derecho fundamental de las personas, como es el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen”, según dice la paisana doña Carmen Pereira Santana, delegada del Gobierno en Extremadura, muy acertadamente. Así que no funcionarán, y no se vulnerarán nuestros derechos.
¿Y si han funcionado y han vulnerado esos derechos, quién mete mano a los alcaldes transgresores de la ley y los derechos? ¿Quién nos protege de esos vigilantes y panópticos?
Soy mal pensado con estos negociantes que nos quieren vigilar. Muy mal pensado. Y creo que detrás de eso hay un bonito negocio a costa de las
cámaras. No es tanto amor al orden y contra la barbarie sino otra cosa más lucrativa.
Llerena no es –por fortuna- una aparatosa ciudad llena de inseguridad, vandalismo, saqueo… De momento no hay más destrozos que muchas calles muy mal asfaltadas y mal iluminadas. Y eso es obligación y servicio del ayuntamiento arreglar. Solares donde se crían árboles silvestres cuya hojarasca atasca canalones, ensucia tejados, patios de vecinos, causando daños costosos, e irreparables en algunos casos. Los automóviles impiden el paso de peatones y vecinos a sus propias viviendas, porque se aparcan de aquella manera, con permiso municipal, claro es... Y las aceras exiguas cada día están a punto de desaparecer, para dejar toda la calle al auto. Y el ayuntamiento permite, a los dueños de esos solares y viviendas abandonadas y en ruinas, que causen esos daños sus árboles silvestres. Que los autos campen a su antojo, aparcando donde les dé la gana, y si eres peatón pues te compras un coche…

Y siendo esta ciudad antigua residencia de un tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, tal vez nuestro querido alcalde, alumbrado por la gracia de tanto historiador y patrimonialista histórico como en ella vive, y se desvela por ello, haya argumentado eso para la instalación del inquirimiento de la vida de las calles mediante las cámaras de vigilancia. O tal vez la masiva afluencia turística haya aconsejado lo mismo. Que todo puede ocurrir.
O tal vez los la seguridad de las encinas cabe la fuente que llaman de Zurbarán...
No sabemos los desvelos para tanta vigilancia de los ciudadanos.

12 de diciembre de 2006

CANALLAS DE NEGRA ENTRAÑA O QUIEN A HIERRO MATA...

A veces el poeta tiene que interrumpir sus desvelos, porque la vida, la vida se ve invadida por la muerte, por lo mortal de los indecentes, los corruptos que mandan. Que siempre lo son. Y ante la mentira, la infamia, la mendacidad y la maldad, producto de inmensas ignorancias, miedos y odios que se manifiestan, están detrás y explican casos como el que se trae aquí, aunque se preferiría hablar de los ángeles. O apostar por la belleza. Esta entrada no entra en ningún juego político. Pero a veces el poeta se tiene que manchar las manos (Sartre dixit) por causas que claman al cielo. Bien se puede leer esto como un relato de alguien que deseó la justicia tanto y tanto que el destino le atiende, siendo los verdugos de hoy, víctimas mañana. Jodido destino justo. Que diría un Borges.


CANALLASDENEGRAENTRAÑA

Tengo un buen amigo que recibió un acoso tremendo, un injuriante trato público en uno de estos pueblos extremeños puestos en servicio de la estupidez mandante, que puso en peligro su vida, y, por supuesto, destrozó su buena fama, su honor y su imagen personal, aparte de profesional. Pido, a quienes estos lean, que hagan un humilde acto de empatía, esto es, ponerse en el lugar de mi amigo. Luego juzguen.
Todo ocurrió cuando volvió a Extremadura, luego de una larga tira de años fuera, emigrado para buscarse la vida. Y volvía como profesor de Lengua y Literatura de un instituto de secundaria de su pueblo. Había ganado, hacía años, la oposición libre, y siendo el número uno de su promoción. Su trabajo había discurrido mayoritariamente en Andalucía, Madrid y poco más.
Ya su madre siempre le advirtió: Hijo, no vengas por aquí, aquí no tienes nada que hacer, nada. Ya sabes lo que hacen aquí, como son por acá. Pero nunca le hizo caso. La experiencia de su madre, la memoria histórica de su madre lo advirtió: A su padre –el abuelo de mi amigo- lo asesinaron los fachas de siempre, aquellos nacionales, y quedó huérfana, y luego la posguerra peor. Su otro abuelo, y su familia, vejados y condenados, fue de aquellos a los que obligaron a poner un cartel con la vergüenza de haber sido comunista en su puerta de su casa... No es raro que toda la familia y parientes de mi amigo emigrara. No ya por falta de recursos sino por el acoso social, tan propio de estos pueblos extremeños. Hoy manipulado y organizado –ese encono a lo distinto a lo honesto, a lo justo- en lo que llaman pesoe. Ayer en torno al Movimiento. Memoria histórica del tiempo presente. No es demagogia política, sino certeza personal. Todo se mantiene, todo permanece.
Mi amigo es escritor, aparte de docente. Hizo una reseña de una revista local en un diario regional, el Hoy. Su crítica era mesurada, inteligente, certera, positiva. Pues bien, recibió la respuesta de sus desvelos literarios, en forma de carta, firmada por un secretario local de organización del pesoe, como carta al director. Y en esa carta se le llamaba: Terrorista, mataniños, ponebombas, etarra, se hablaba de su pelaje… Aparte de los muchos vejámenes vertidos en la misma.
Ante lo peligroso de la carta, ya que mi amigo el mismo día de aparecer la carta injuriante del cargo del pesoe, recibió siete llamadas telefónicas de amenaza de muerte, entre otras lindezas colaterales.
Ya, ya sé que eso, visto desde lejos por los bienpensantes pesebreros de Extremadura, no tiene importancia alguna. Como no lo sufren en sus carnes… Porque todavía, al día de hoy, sigue recibiendo alguna llamada de amenazas e insultos, aparte de otros acosos.

Ante esto, mi amigo no dudó en escribir carta al fiscal general del Estado, como funcionario que era, para que lo protegiera, conminándole que no estaba al servicio del Gobierno (el fiscal), ya que temía que al ser entonces el Gobierno de esa partía pesoetera, pues no le hiciera caso. Bien, pues ante la sorpresa de mi amigo, el fiscal general le contestó con celeridad. El caso no era para menos. Asimismo supo que la cosa se sabía en todos los foros del país. Que en el pueblo de mi amigo, en Extremadura, había un peligrosos terrorista etarra. Y hasta la radio se hizo eco de ello. Y mi amigo fue a la radio y retó a los del pesoe a mantener su acusación terrible, injuriante, vergonzosa. No dieron respuesta. Los del pesoe no aparecieron por la radio, ante la honestidad de mi amigo para debatir la acusación de terrorista, etarra, mataniños y ponebombas con ellos. Como ratas nunca dieron la cara. Como vampiros actúan en las sombras de la cobardía del grupo. El acoso es así. Que nadie se extraña del sufrido por mujeres o escolares. Mi amigo pidió el amparo del pleno del ayuntamiento de su pueblo, que se lo ofreció. Menos los concejales del pesoe, que no sólo no lo hicieron, sino que apostillaron las injurias peligrosas del colega de organización del partío, y no acudieron al pleno en que se trataba el asunto, pese a que en él se trataba, asimismo, temas de mucho interés para le localidad a que me refiero. Con lo cual nada de aquello fue una lamentable pasada del secretario de organización local. Sino algo orquestado por la alta instancia partidista. Sino de un infamante acoso social, una injuriante forma de tratar a un ciudadano honesto, una terrible forma de eliminar a alguien crítico y respetuoso con los de mando en Extremadura. No era algo aislado, sino que todo el pesoe era injuriante y caciquil y fascista y que arrebata a alguien lo único que tiene como valor: su honestidad personal, su honradez. Propio en Extremadura. En la Extremadura de Ibarra. Y este es un capítulo desconocido más de lo mucho que hay.
Y miren como lo protege la justicia, cuando de alguien de a pie se trata.
Forma parte de la acción del pesoe en Extremadura esto de los ataques, acosos, agresiones personales, en los pueblos extremeños. En esas distancias cortas que actúan los caciques y sus sicarios. Ese es el poder, eso son sus votos.

Claro que mi amigo puso en conocimiento de don Juan Carlos Rodríguez Ibarra el caso. Ante el que se amparaba, por ser secretario general del partido. Pues ni siquiera contestó. Y quien calla, otorga.
La acción de la fiscalía sí fue eficaz, hasta que llegó a cierto punto, claro es. Mi amigo fue llamado a declarar ante el destacamento de la fiscalía en Zafra. La fiscal le aconsejó que hiciera una denuncia por lo penal, ya que –y se lo dijo como consejo personal- aquello podría despistarse en la administración de Justicia, dominada por el pesoe.
Asimismo, al iniciar el curso escolar aquel año, mi amigo fue citado en el juzgado de la población en la que vivía, ya que la fiscalía de Zafra lo había puesto en manos de los juzgados. Allá lo recibió una juez amable. Mi amigo declaró, todo lo tranquilo que lo dejó el abogado del señor secretario del secretario de organización del pesoe, cuyo nombre mancha, y de todo el entramado pesoístico. Ya que el tipejo acosó a mi amigo en el despacho de la juez, que le conminó callar y largarse si mantenía su actitud. Mi amigo solicitó, entonces verbalmente, que el delito había sido cometido en el diario Hoy, y por tanto entendía que el asunto debería llevarse en Badajoz, que era la sede del diario. La juez, que estaba muy apurada por el asunto, y hostigada por el pesoe y su abogado, parece ser que le hizo caso, porque luego se supo que así se había hecho. La juez se había inhibido ante los tribunales de Badajoz, como competentes para juzgar el caso.
Y nada se supo por parte de mi amigo. Nada. Y pasaron los años, como diez. Y nada.

Y mi amigo, un buen día volvió a escribir al lenguaraz Juan Carlos Rodríguez Ibarra, contándole su caso, buscando amparo otra vez, porque los daños a su trabajo docente, a su persona y su dignidad habían quedado mermados a ojos vista. Esta vez Ibarra le contestó largamente, por supuesto no amparándolo, sino vejándolo más, acosándolo mejor, ratificando lo hecho por sus compinches delincuentes. Tengo esa respuesta del señor Ibarra y da vergüenza ajena, no sólo por las ingentes faltas ortográficas. ¿Es raro si se dice que son fascistas, acosadores, caciques, ignorantes, miedosos, llenos de odio…?
Mi amigo siguió rastreando qué fue de su denuncia ante el fiscal, qué fue de los juzgados de Badajoz que llevaban el caso. El abogado de la parte delincuente le informó que había sido sobreseído. Antes el pasmo de mi amigo al saberlo, años después, le dijo que seguro que habría recibido la decisión. Por supuesto mi amigo no recibió nada de los juzgados de Badajoz, y era parte personada en el caso, por supuesto, y deberían haberle comunicado la decisión, del juzgado de Badajoz, para, a lo menos, recurrir ante instancias superiores. Tener el derecho de recurso que tiene todo ciudadano ante la justicia, y que así se le vulneraba, y precisamente por la justicia mangoneada por los del pesoe, ya que fue el fiscal del juzgado de Badajoz el que solicitó el sobreseimiento, al servicio del pesoe, no de la verdad y la justicia.
Investigaciones posteriores le aclararon la iniquidad y la parcialidad de la justicia en este caso, y siempre que sea a favor del pesoe, según ha ido comprobando e a lo largo de su vida. El caso está archivado, ilegalmente, en un juzgado de Badajoz. La secretaria de ese juzgado le ha informado puntualmente, y amablemente, de que consta que no se puso en su conocimiento, cuando es obligatorio hacerlo por parte de la administración de justicia, de que aquello está archivado irregularmente y que a petición del interesado –mi amigo- aquello puede ponerse en marcha cuando éste quiera, y recurrir ante la instancia superior, que deberá considerar la gravedad del trato de la administración de justicia, y la gravedad de las consecuencias del hecho que se encausaba. Porque llamar terrorista, etarra, mataniños, ponebombas en una carta al director de un medio tan conocido en la región como el diario Hoy, y a un particular, máxime si es alguien que se dedica a la enseñanza, es una infamia canallesca, hecha por gente de negra entraña, tan negra como esos caciques asesinos, esos criminales de guante blanco que mangonean, que matan y roban conciencias, famas.
Por ello, y por otras cosillas similares, o peores, porque los del pesoe han continuado mangoneando las instituciones contra mi amigo, de forma y manera que en su trabajo lo han acosado vergonzantemente, y desde la alcaldía de la población en que vive, con testimonios falsos de polícías serviles municipales, canallas pagados por el erario público para dañar a ciudadanos honestos, trabajadores, honrados, inteligentes, como mi amigo, que lo es.
A partir de esto nadie puede seguir pensando y manteniendo que en el pesoe hay gente honesta, y demás cánticos cretinos. No como organización, que es terrible, no sólo caciquil. Y de botón traigo esta muestra.
Y cada día será más difícil reponer el buen nombre de mi amigo, hacer justicia.
¿Por qué escribo esto, tan largo y, seguro, pesado para el lector medio lleno de preocupaciones, que no quiere líos?
Porque lo único que queda es la memoria, personal siempre, del tiempo presente, y eso debe servir para no cometer errores de apoyar eso en elecciones. Que deben saber todos para impedir que gentes así, organizaciones así, sigan mangoneando todo en Extremadura, con ese totalitarismo caciquil y cicatero de negra entraña, y que no sigan votándoles las gentes para que lo hagan, para que sigan mandando y dañando esas gentes de negra entraña y peor y oscuro caletre.


Todo esto viene por la justa indignación que me trae y provoca, en mi honestidad e inteligencia de las cosas, las acciones del cacique mayor, para ponerse al amparo de la fiscalía. Pues, como poco, sólo deseo que le den el mismo trato y caso que a mi amigo. Es de justicia de destino. Hoy por mí (o mi amigo), mañana por tí (o Ibarra). O sea, la iniquidad. Que ello fuera justicia equitativa y de destino. Y que pasaras por la mitad de su calvario, como poco. Y aun usando largamente todo el poder del cacicato, y todos los recursos del erario público de tu cargo, para irte a ver al señor fiscal, y mostrar tu dolor ante la prensa amiga y cómplice, ante tus televisiones y tus radios amañadas por esa agresión del director de El Mundo, que no entro a valorar, pero que en justicia de las cosas mereces, porque justicia pide el caso de mi amigo hace años. Y tú has sido arte, parte, cómplice y amparo de la suya. Donde las dan las toman, y quien a hierro mata a hierro muere. Existe, pues, justicia universal del tiempo y del destino.

Por ello celebro esta trifulca entre esos perros de partido, apaleándose. Las dos caras de los fascismos presentes.


9 de diciembre de 2006

DUDA


Comienzo un soneto esta mañana, y lo abandono. Suelo hacerlo. Es una forma de colegir si me interesa, si me urge, si me tira. Vuelvo esta tarde a encontrarlo derrengado en la mesa, lateral. Lo leo:

Sé que voy a morir y me acojono,
que es el miedo enemigo de la vida.

Y creo que todo está dicho. Sobran así como doce endecasílabos, por supuesto con acento en la sexta, como me gustan.

O si he de utilizar fenecer, como menos contundente que morir...

O reflexionar más. (Porque en Llerena dicen, cuando alguien odia mucho, que tiene mucha enemiga..., enemiga a..., enemiga por...., y así. Así que podía hacer enemigo de distinto género).

O tal vez sí debo eliminar la expresión que el miedo sea enemigo de la vida. Y si mantengo el apunte orillado, por si tengo que matizar ese saber morir, quitar ese acojono por expresión grosera, o por evitar rima en ono..., un tanto ripiosa.

¿Si es una obviedad lo de morir, e introduzco diñarla como más castizo con acojono y enemiga, y así lo hago en usos linguísticos de argot, tan de moda entre los progres?

Así que me puedo tirar con el soneto toda una vida, un mes, varios años, una hora, dos, veinticuatro. Y pasar de estas musas a aquel teatro de la verdad...
¿Y el que, del segundo endecasílabo, debo mantenerlo, pues recuerdo que don Ricardo Senabre me aconsejó, personalmente, que nunca lo hiciera así, con que inicial y endecasílabo...? Mal lo veo si tal hago.
De manera que vamos descubriendo que enemigo de la creación es la duda, en una escalera, tal vez sonriendo entre penumbras...

8 de diciembre de 2006

BLAS DE OTERO VIVO

Blas de Otero, poeta. Poco se sabe de este hombre. Oscurecido por la balumba de los días y el espectáculo. Condenado a ser la sombra de otro buen poeta, Gabriel Celaya, del que sí tengo la magnífica edición de sus obras completas.
Sin embargo, de Blas de Otero nada, apenas nada. Dos o tres libros que son antologías... Aunque su obra es corta, breve, que bien cabe en un volumen mediano.

Me fui hace unos días al Emule, donde busco poesía, libros inencontrables editados convencionalmente, que luego imprimo y encuderno para leer en papel, si me apetece. Y encontré ese recopilatorio de poemarios de Blas de Otero de Losada, que fue impreso en 1962. Me recordó que por estas fechas, y muy atrás en el tiempo, sobre 1970, creo, copié manuscrito Ángel fieramente humano en un cuaderno, que todavía conservo como uno de los libros de poemas que más me deslumbraron por entonces. Creo que tendría sobre 15 años.

Luego encontré poco más de Blas de Otero. Su poesía está dispersada, mal editada y sin ediciones actuales. Por ello el Emule sirve para rescatarlo, para conocerlo, para leerlo. Aunque hay poco más en el mismo. Porque no deja de ser, por encima de los perfúmenes y premios que se dan entre ellos, y hablo de los poetas del espectáculo, uno de los poetas esenciales del siglo pasado. Leer a Blas de Otero es leer a un poeta vivo, fuerte, bello, y esencial, noble, con cincel léxico. Sus sonetos hermosos me enseñaron la maestría del soneto contemporáneo.

Me encantaría hacer algún día una edición completa de toda la poesía de Blas de Otero. Y me encantaría que alguien tenga esa misma intención que yo tengo hoy, y lo hiciera, lo hiciera. Como una apuesta por la belleza.
La ilustración que traigo acá es de la portada del CD de la colección La palabra más tuya, recopilatorio de poetas cantados en los últimos 50 años.

ARTE DE INJURIA

Como vivo en un país crispado y harto, o jarto de pan, tras siglos con hambrunas, pues me he comprado este estupendo Diccionario de la injuria. Porque aunque sabemos que el pueblo español es dado a la injuria de todo lo divino y humano, la verdad es que no se saca mucho partido de ello, y han tenido que venir estos dos autores, Sergio Bufano y Jorge S. Perednik, ambos de La Argentina, para darnos algo con cierta ciencia al respecto. El uno es periodista y el otro poeta. Dos oficios apropiados para la injuria y su estudio.

Contiene el libro más de 3.000 insultos, incluyendo modismos regionales, de uso habitual en España y en todos los países de nuestra lengua. Lo interesante es que esta costumbre y cultura del insulto se perdía porque “fueron recopilados –esos insultos- consultando numerosas fuentes, que incluyen decenas de diccionarios con injurias ya desusadas pero que los autores decidieron incorporar como curiosidad”.

Y es que la injuria es cosilla pasajera, una especie de idiolecto con caducidad, aunque algo queda.

Dice que incluso se incluyeron 150 citas literarias, en las que aparecían injurias de autores españoles como Quevedo, Cervantes, Tamayo, y Baus o Eduardo Mendoza, e iberoamericanos como Octavio Paz, Carlos Fuentes o Vargas Llosa. Asimismo con la colaboración de colegas españoles e iberoamericanos, que enviaron insultos todavía no incorporados en ningún listado.

Y he aquí un libro único. Sobre todo para base creativa de la injuria, que se verá, así, fortalecida en el futuro de crispación de poetas y periodistas.

Pero para injuria fina, fina de verdad la del palmero, poeta e ibarresco, en cuestiones de cultureta, con que nos hemos encontrado esta mañana. Fanáticos los hay, y gente que se arrima a caballo ganador, asegurándose su futuro, en el ámbito de la cultura, eso sí. ¡Ay de este poeta, si no ganara las elecciones el partío por el que apuesta!

EL POLLO URBANO






Hace unos días que volvió a salir un nuevo número en la red de El Pollo Urbano . Desde 1977 primera revista de sátira política, información, ocio y cultura del mundo negro aragolés. Nº 77 Extra de Navidad (3ª Época). Diciembre de 2006 y Enero de 2007. Zaragoza. España.

Desde 2000 colaboro en este portal. Libre y decididamente. Fue Luis Felipe Alegre, turolense responsable de la sección de poesía, actor y bululú tremendo, ingenioso y de grande farándula, el que me fichó para el mismo. Y fue en Punta Umbría, en charla con él y luego de conocerme y pedirme reproducir un trabajo mío, que apareció en Torre Túrdula, para dicho portal de El Pollo. Luego vino la invitación a escribir lo que me diera la gana, en tal sitio. De ahí a aceptar la corresponsalía en Extremadura y escribir para opinión y demás. No me ha defraudado, pese a que lo he visto abandonado por Ángel Petisme, grande poeta maño, que quiero bastante y leo, y agradezco. O de Labordeta, del que quisiera leer más en El Pollo. Así como de otros eximios aragoneses que deben estar ahí, por sus plumas, claro es.





Crónica Extrema es el nombre a la que hago sobre Extremadura, cada mes puntualmente, y desde el año 2000. Trato de informar a la contra y libre, porque pienso que en Extremadura no hay ninguna crítica con quienes detentan los omnímodos poderes en las instituciones, y quien dice instituciones lo dice todo. Por miedo, ignorancia u odio eso no se hace. Y es ese miedo, generado en los pueblos extremeños, que se enmascara de moderación, el que hace que en Extremadura se estén cometiendo barbaridades caudillistas que avergonzarían a cualquiera fuera de ella. Nuestros intelectuales orgánicos ni las ven, ni quieren verlas y miran para otro lado, cuando no muerden a quien las detesta.

Muchos trabajos publicados en opinión han salido posteriormente en otros medios, como el periódico mensual de la CNT, y afines medios libres.



El año pasado fui premiado por la AIPEP por mi CrónicaExtrema. Único premio que llevo a orgullo hasta este momento. Otros fueron de pan llevar. El Pollo Urbano fue revista satírica, tipo El Jueves, que salió en Zaragoza a finales de los setenta y que se distribuyó en media España. Su cabecera, y parte de su contenido de retranca, fue creada por el grupo plástico FORMA, grupo de importancia grande en la pintura y las artes en Aragón y España o el mundo.

He publicado de todo. Ahora preparo unas entregas mensuales de una novela/folletín sobre Extremadura en los últimos treinta años, que se llamará El último cacique del cortijo, o tal vez La Caradura, o De la Caradura al P$OIL... Que no sé bien. Y en febrero adelantaré muestras del poemario, satírico y burlesco, pero con ansias de transcender, que lleva por donoso título Junta regüerta. Aprovechando el oportunismo electorero municipal y autonómico. Que sirve de algo el espectáculo y el festorro. Los recursos de cuya venta pienso dedicar, íntegramente, a los luchadores contra la refinería y térmicas que pretenden montar en Extremadura, o para pagar las muchas multas, vejaciones y acosos que desde el manejo de las instituciones, se hace con la gente de ese movimiento de la Plataforma Ciudadana Refinería NO o Térmicas NO. En definitiva contra la quijotesca lucha contra la estupidez y la avilantez, mezcladas, por una turmi pedorra y bellotera, por esa comandita de Gallardos/Ibarras/Varas/Fuentes/Pereiras/P$OILs/electores de amos y caciques...






5 de diciembre de 2006

GATO VOLÁTIL



bolaño en el abismo en este invierno
bolaño con sus putas asesinas
bolaño en amuleto con sus ruinas
llamadas telefónicas de infierno

dosmilseiscientosesentayséis terno
como la enormidad de las retinas
que leyendo la búsqueda cansinas
desde estrella distante por lo eterno

con los perros románticos me trinco
tus poemas con tres para mi vicio
en nocturno de chile con ahinco

salvaje detective en mi perjuicio
en la pista de hielo doy un brinco
cual pirueta en amberes precipicio


De Gatos Volátiles, 2006

BOLAÑO EN EL ABISMO

No suelo contemporizar con mis preferencias literarias. Digo que no gusto de aquello que la moda o los modos me imponen, sobre todo en el espectáculo, circense, de lo que llaman cultura, o literatura en ese perverso mundo de basuras mediáticas y seudoculturales. Porque lo someto a un implacable y riguroso criterio de calidad. Sobre todo en literatura. Todo aquello que sea premio, negocio, ideología y parecidos o asimilados, no me interesa. Me interesa todo lo muy alejado de ese negocio capitalino y de esa farfolla de relumbrón externo y huero. Tal vez por ello, por congruencia, vivo en Llerena, una población muy periférica, gozosamente periférica, de todo ese conchabado mundo circense y comercial ajeno a ella y lejano, aunque ya los políticos locales de garrafón trabajan por acercarla a la mierda. Detesto a Pérez Reverte y a todos los novelistas históricos que en el mundo son, o fueren, incluso a los clásicos, como Gil y Carrasco y su El señor de Bembibre, como radicalidad de mi repulsión por el uso del excelso arte literario, para faenas de entretenimiento, fealdad, negocio o vehículo de morralla ideológica, cuando no de inane alienación. Ya Cervantes sabía de esto. Que no son las novelas de caballerías, sino la estupidez lo burlado, la abdicación de la inteligencia y la libertad, y la creación. Máxime si es de índole conservatriz y costumbrista de palo y tentetieso mental y creativo.

No obstante no soy tan cerrado de mollera que no vea en algún premiado oscura calidad. Pocos; pero haylos. Así, hace como dos años leo y releo a Roberto Bolaño. No muy premiado, cierto. Y, por supuesto, no premiado en competencia; pero de cierta moda en cenáculos repelentes, para su baldón, y entre cierta gente de letras y trinque. Pasajera de seguro, porque a Bolaño lo han leído como espejo lee. Porque no creo que la creación de Bolaño sea muy digestiva en esos cenáculos, sino pal trinque y la vistosidad de los arrimadillos. A veces pienso que no lo leen, que si lo leen no lo entienden, y si lo entienden es que son cínicos de baja estofa. Como, dije, espejos. La lectura de los espejos, lecturas espejeantes.

Me resistía a considerar aquí estas lecturas últimas de Bolaño. Es más, preparo una reseña larga, vamos, un estudio, sobre su poemario Los Perros Románticos, que es uno de esos libros de poesía que se leen del tirón y que dejan un estado catárquico, de gozo y belleza terribles, sin ir muy lejos en los elementos creativos. Fundamentalmente el lenguaje. Adelanto su deuda con Juan Rulfo o con Dante. Ya veremos.
He bajado por el Emule entrevistas con Bolaño, he escuchado su forma de exponer, de hablar, de disertar… He leído casi todas las críticas, reseñas, estudios serios (pocos)… En fin, he mirado fotos y he comprobado su enorme parecido con Quique López Viñas, un amigo que anda por Granada, músico y maestro de música, pianista por más. Hermano de mi impresor, José Adelardo López Viñas, hombre bueno e inteligente.

Sólo Juan Goytisolo, allá por los setentas, o antes Borges, o Cunqueiro, Martín Santos y luego Miguel Espinosa, pasando por Marcel Schwob o Italo Calvino (leídos en sus lenguas), o el poco conocido Pessoa de aquellos años, por supuesto leído en portugués, allá por los setentas también, o Juan José Arreola y Juan Rulfo, aun en sus vastas exigüidades, Ángel Vázquez, Carlos Edmundo de Ory, José Bergamín, Juan Eduardo Cirlot, Mario Trejo, Ángel Crespo, Américo Castro, Aníbal Núñez, Fernando Aramburu, o mi Jesús Alviz extremeño, y algunos otros que no vienen al caso o al recuerdo, han despertado esa pasión de conocimiento total en mí, de sus obras y de sus vidas. Y de la crítica, casi nunca acertada y sólo pasmada ante lo desconocido, y que la descoloca en sus cajones de sastre habituales. Y para que me comprenda el común y por vulgarizar, esa pasión es mayor que la del fan fanatizado, es la pasión del abismo (Bolaño dixit) literario.

Guardo, como oro en paño, su magnánima novela póstuma, 2666, para leerla este invierno y en la cama, antes de dormir. Inveterada costumbre invernal. A ver si me calienta en mi nueva casa. Que dicen que es fuerte y terrible como el infierno, la novela, no mi casa.